Por Daniel Zaíd @perdidoenbici
Para quienes vivimos en Hermosillo y nos gusta rodar en terracería o el mtb tipo cross country tenemos una ruta popularmente conocida como “Ruta de La Sequía”, que es un circuito que se inicia y termina en el pueblo Molino de Camou, ubicado a unos 35 km de Hermosillo. La mayoría de la personas, entendiblemente, manejan al punto de inicio, aunque nunca falta el puñado de intensxs que se van rodando desde Hermosillo.




La ruta, de 40 km en total, consiste en una serie de caminos anchos de terracería que rodean la presa El Molinito y pasa por varios pueblos, y uno de ellos, Topahue, tiene una tienda que es parada obligatoria para una sodita y lonche. Desde la primera vez que hice La Sequía se convirtió en una de mis rutas locales favoritas y pensé en la posibilidad de hacerla acampando, pero nunca me puse realmente a planearlo. Hasta que, después de años, alguien en un grupo de chat propone el plan de irnos desde Hermosillo, acampar, y unirnos al grupo que se juntaría a hacer La Sequía al día siguiente. Me apunté inmediatamente.




El sábado por la tarde salimos un grupo de siete entusiastas, haciendo nuestro camino bajo un fuerte sol, pero tolerable mientras nos mantuviéramos en movimiento. Después de 20 km dejamos el pavimento atrás y rodamos tratando de encontrar la superficie con menos permanente, moviéndonos de lado a lado por un camino ancho según conviniera. A una hora de haber salido se reporta un octavo, el Maxi, que por responsabilidades no pudo unírsenos más temprano, y va saliendo de casa. Le mando mi ubicación e instrucciones para que nos alcance.




Un par de horas después llegamos a la comunidad de Fructuoso Méndez, nuestro último lugar para abastecimiento hasta la mañana siguiente. Aquí lleno mis 5 litros de agua, que es poquito más de lo que creo necesitar, pero me da tranquilidad de poder hidratarme y cocinar sin temor a quedarme sin agua. A partir de este punto estamos oficialmente en la ruta de La Sequía, una que he hecho ya muchas veces, pero por fin estoy haciendo con mochilas. El sol se pone detrás de nosotros y el grupo se esparce según el ritmo de cada quien. Tras un atardecer hermoso y un cerco que había que brincar, hacemos acampada a orillas de la presa. Para cuando yo llego los dos primeros en llegar ya disfrutan de una fogata. El grupo se reúne y nos disponemos a cenar, mientras sigo comunicándome con el Maxi para asegurarme que no se vaya a perder.


Como si faltaran razones para estar contentos, hoy es cumpleaños de nuestro compañero Luis, y disfrazamos la ocasión como celebración de un año más de vida. Luis saca de su mochila un paquete de carne y costillas para asar. Después de varios tacos, David hace una pila de pan dulce y le ensarta un palito de ocote que usa como vela. Mientras mantenemos viva la fogata el bacanora pasa de mano en mano y tras un par de horas que se van rápido conversando me retiro a mi bolsa a dormir, pensando que probablemente esta es la bici-acampada donde más he cenado, y no es queja.

En la madrugada me despierta el frío. En esta ocasión, con fines de mantener liviano mi equipaje, mi sistema de dormir es una lona, mi bolsa, y nada más. Sabía que tendría algo de frío al dormir directamente en el suelo, pero a veces estoy dispuesto a sacrificar confort por llevar menos sobre todo si es sólo una noche. A través de mi avanzada miopía distingo la fogata ya prendida, así que me pongo los lentes, los tenis, y me voy para allá. De nuevo, un abundante desayuno, que para mi fue avena con plátano y una quesadilla con frijoles. Cada quien comienza a empacar bajo unos colores fantásticos provistos por la luz previa al amanecer. Nos tomamos una foto grupal usando un tronco seco como tripié, y luego nos movemos para interceptar al grupo que sale de Molino de Camou a las 6.30 am.





Cuando llega el grupo nos unimos a la bola, el silencio de la mañana ahora reemplazado por el sonar de decenas de llantas sobre la tierra y el relato de cómo nos fue anoche. Se acabó el pasito tranqui, es momento de pegarse a ruedas y tratar de mantenerse en el grupo de enfrente, lo cual consigo por un rato hasta que llegamos a una subida y me despego, ái seven. Nos reagrupamos en el pueblo de Topahue, donde me hago de una coca y dos tamales, me como uno y el otro lo guardo; alguien me dice “El que no conoce el tamal, a cualquier barrita le reza” mientras me ve comer. En este lugar cinco personas se turnan para probar mi bici, la Lorax de Esker Cycles, y no los culpo, la verdad es una bici muy bonita estéticamente, además de estar hecha precisamente para esto: ser cargada con equipaje y meterse al monte.

Nos movemos para cubrir el último tramo antes de volver a Molino. Faltando pocos kilómetros para llegar la gente se empieza a prender: alguien se lanza, alguien más lo sigue. Mi amigo Luis acelera y yo me dejo llevar y le sigo el rollo. El grupo frontal se va reduciendo hasta quedar cuatro. No es una carrera, pero no podemos evitar querer probar nuestras piernas. Alguien me rebasa y lo veo ponerse lado a lado con quien iba en primero, y pienso “Este tiro estará bueno, y estoy en primera fila”. Llegando al pueblo hay una bifurcación, y desafortunadamente ambos corredores tomaron direcciones contrarias, rodando hombro con hombro por un segundo, hasta perder el balance y ambos ir a dar al suelo entre una nube de tierra, extremidades, y bicis volteadas. Me detengo para alertar a los que vienen atrás mientras Luis atiende a los caídos, diciéndoles que se mantengan acostados para evaluar la situación. Tras un rato, ambos caídos se levantan revolcados y adoloridos, y yo recojo del suelo una biela partida a la mitad. Más tarde los dos reportaron estar bien después de haberse hecho radiografías, afortunadamente no pasó a mayores de reposar una semana.



Nuestro grupo de mochileros se divide, algunos toman raite de vuelta y cinco nos comprometemos a volver a Hermosillo rodando. Con un sol en aumento pero aún soportable hacemos el camino de vuelta, en menos tiempo de lo que pensé volvemos al pavimento y me despido del grupo para cubrir los últimos kilómetros a casa. Al llegar le doy un abrazo sudado y lleno de tierra a Karla, y le digo “Te traje algo”, mientras saco el tamal paseado de mi mochila. Necesitaba una salida como esta y me cayó de maravilla, me siento contento de haber compartido con este grupo, y me entusiasma pensar que lo volvamos a hacer antes de que llegue el verano. Para cuando checo el chat ya están hablando de fechas a principios de marzo.


Andarres.com es un proyecto autogestivo y para mantenerlo activo nos apoyamos con la venta de playeras, puedes mandarnos un mensaje por facebook o instagram para conseguir la tuya.