Por Daniel Zaíd @perdidoenbici
Hace poco terminé de leer el libro “30’000 kilómetros en bicicleta”, de Beto Sobre Ruedas, que salió el pasado octubre de 2022. Subtitulado “La última frontera”, que es como los colonos europeos llamaban al oeste de lo que ahora es Estados Unidos, este es el primer tomo de una aventura que continúa escribiéndose, porque Beto seguirá recorriendo kilómetros en Sudamérica muy próximamente, y cubre desde el inicio del viaje en Alaska, el cruce por Canadá y Estados Unidos, hasta el momento en que Beto ingresa a México por Tijuana.
¿Quién es Beto Sobre Ruedas?
Aún no he tenido la fortuna de conocer a Beto en persona, pero empecé a seguir su viaje en redes en 2019 por medio de otro viajero mexicano, Ángel Puente, cuando ambos se encontraban en Sudamérica. Tiempo después, la pandemia los llevó a quedarse estacionados por más tiempo del deseado para finalmente hacerlos volver a casa en México. Pero Beto no se quedó tranquilo cuando volvió a Guadalajara: usando la condición física adquirida por pedalear en los Andes, Beto se enlistó en las filas de repartidores en bicicleta y además se puso a trabajar en el libro del que hoy hablamos aquí.
Beto inicia su libro con una pequeña presentación personal. Al ver su Instagram, su perfil dice “El brazo izquierdo viene de polizonte”, y en el libro nos cuenta cómo a los cinco años un accidente le inmovilizó el brazo izquierdo. Beto no aprendería a andar en bici sino hasta los trece años, con la ayuda de rueditas, y sólo una mano para poder manejar el manubrio. Esto pone en perspectiva que las muchas historias que Beto sube a instagram mientras anda en bicicleta las hace andando sin manos, un truco que yo no me atrevo a hacer con frecuencia en mi ciudad tan llena de baches. Sin embargo, este accidente no evitó que Beto aprendiera no sólo a andar en bici, sino que también aprendió música, para luego volverse compositor y maestro, y de la cual hace uno de sus medios de vida cuando se encuentra viajando.
Antes de empezar a relatar el viaje que da título al libro, Beto nos cuenta un poco de su primera experiencia viajando en bici: un viaje de dos meses por los Estados Unidos que inició con 100 dólares en el bolsillo, una bici en dudosas condiciones, y casi puro equipo prestado. Esta experiencia, lejos de saciar sus ganas de viajar en bici como sus padres querían, hace que Beto quiera mucho más, y es cuando se decide a cruzar el continente, una promesa que se hace a sí mismo y al universo frente a un grupo de viajeros en bici, quienes celebran su decisión. Cuenta la leyenda que esa misma noche, Beto cambió su apellido legal a “Sobre Ruedas”, nombre con el cual ahora publica su libro.
El libro empieza sin rodeos, y se sienten las ganas que tenía el autor de contar su historia. Hay risa y llanto desde las primeras páginas, y el libro continúa siendo una montaña rusa de emociones hasta el final, un fiel reflejo de lo que es viajar en bicicleta. Beto nos transmite el miedo a los osos en Alaska y comparte su encuentro con personajes dignos de una de las esquinas del mundo; la dicotomía de viajar solo y sin plan, y viajar en compañía de alguien que tiene calculado hasta el último minuto del día; los delirios en medio de la carretera que le llevan no sólo a hablar con su bici, sino con partes específicas de ella (¿Alguna vez le has hablado a tu palanca de cambios? Y no me refiero a decirle un insulto por no servir, sino un diálogo entero); nos lleva a estar dentro de su casa de campaña y saborear un ramen crudo y un chocolate frío y grumoso en un día que no pudo usar su estufa; la sorpresa de que completos desconocidos le abran las puertas de su casa para ofrecer una cena o un lugar para dormir, y muchas más experiencias que, si ya has viajado en bici seguramente te sentirás identificadx, y si no lo has hecho, te harán querer salir a tener ese tipo de experiencias en persona.
También hay que resaltar que Beto se sincera y cuenta cosas que yo no le contaría a mi mamá, pero él no omite la experiencia de estar perdido en un supermercado por efecto de una galleta que aceptó de un extraño, o los acercamientos de personas que se sintieron atraídos por él. Beto además tira una que otra grosería que agrega un poco de realidad a los momentos de frustración por los que pasa.
En general, la historia de Beto está llena de experiencias que restauran la fe en la humanidad en días donde pareciera que hay que estar siempre a la defensiva, y me recordaron por qué a pesar de las incertidumbres y dificultades que hay sobre la ruta, siempre estoy soñando con volver a ella. “Todo empieza con una vuelta al parque”, dice el separador que viene incluído con el libro, y creo que esta es una verdad para muchxs que hoy de adultos seguimos con las manos en el manubrio. Y para los tiempos en que no podemos andar en bici, este libro ofrece la oportunidad de hacerlo por medio de una linda historia.
Beto Sobre Ruedas y Andarres regalaremos un ejemplar de su libro a lxs visitantes de esta página, simplemente deja un comentario en esta publicación con tu nombre y método más sencillo de contacto. La persona ganadora será elegida el séptimo día a partir de la fecha de la publicación de este artículo. Por supuesto, no haría daño seguir a Beto en sus redes:
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“30’000 km en bicicleta” está disponible para su compra en:
https://www.amazon.com.mx/dp/B0BPW62QBC/ref=cbw_us_mx_dp_narx_gl_book
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Ah qué chido review Dany, aunque estoy fuera del consurso por acá dejo mi comentario. Muchas gracias por darle ojos al libro. Saludos hasta los Estados Unidos. «cosaa que no le contaría a mi mamá» jajaja me hizo la ley del hielo dos semanas.
Que increíble historia la de Beto. Le conocí en sus tiempos de estudiante antes de que emprendiera su viaje y ha sido bien bonito acompañarle en su transitar y volvernos a encontrar cuando nos volvemos a encontrar
Excelente reseña Daniel!
Como padre de Beto he aprendido mucho de él, y solo pedaleando a su lado a mis 57 un muy breve tiempo (7 días), pude comprender lo que me pareció al principio casi una locura y motivo de preocupación.
Me encantaría leer el libro Beto Sobre Ruedas,yo solía ser una persona muy lectora pero he perdido ese hábito. Con este libro me gustaría empezar a recuperarlo, siempre me han gustado las historias sobre todo si son verdaderas.
De cualquier manera felicito a Beto que es hijo de un amigo querido de la Universidad,nieto de uno de los mejor maestros que he tenido en mi vida y a quien conoci de pequeño, sin sospechar el carácter y valor que estaban en él.
Me encantaría poder leer el libro de Beto Sobre ruedas antes de salir, nuevamente, al sur. Abrazl grande.
Diego Izhar García Medina
Contacto en ig: @666izhar
Que padre!!! Pues si no corro con suerte de ganarme el libro, creo que lo compraré por Amazon.
Un saludo al Beto, a Karla y obviamente a ti Daniel, que les siga sonriendo la fortuna.
Con afecto
Juan José
¡Lo quiero! Tener, leer, viajarlo e imaginarlo. Dany, parece un tráiler de la película que sin duda quiero ver. Que orgullo que sea de un compatriota. ¡Bienestar en tu viaje, Beto, soñador atrevido, aventurero admirable!
IG: @estrellitauraga
Apenas empecé a leer el libro de Carlos Santamaría, que tiene el récord Guiness de recorrer más rápido el continente americano en bicicleta. Siempre leer los relatos de los demás en algún punto te hace transportsrte a tus propios viajes, encuentras la similitud entre lo que cuentan y lo que viviste.
Estaría muy chido ahora tener este libro
Saludos desde CDMX.
Ig:rgjess
Chingón, creo que en nuestro país abundan los viajeros en bicicleta, pero muchas historias sólo se quedan en las imágenes de los momentos agradables. Sin embargo, un buen relato puede transmitir esas emociones que atraviesan cuando el viaje se vuelve interesante. Creo que la descripción que haces del libro debería de incluirse como prologo, pues invita a leer el libro y me causa mucha curiosidad leerlo. Saludos
Yo quiero un ejemplar me llamo muchísimo la atención y no puedo comprar